La Disciplina Escolar Positiva es un enfoque integral que utiliza la disciplina para enseñar en lugar de castigar y, como resultado, ayuda a los estudiantes a tener éxito y prosperar.

¿Qué es la disciplina positiva en el aula?

La Disciplina positiva en el aula es un modelo que enseña a los alumnos las habilidades necesarias para respetarse y aprender a cooperar entre sí. El objetivo es empoderar a los estudiantes para tener más éxito.

Las clases con disciplina positiva son aquellas en las que los estudiantes (1) nunca experimentan humillación por sus errores, (2) aprenden a colaborar con el profesorado y con sus compañeros y compañeras para encontrar soluciones a los problemas y (3) experimentan un entorno entusiasta. La disciplina positiva desarrolla el sentimiento de conexión, pertenencia y significado de los estudiantes.

¿Cuáles son los objetivos de la disciplina positiva?

Este modelo pone el foco en (Charles y Senter, 2005):

  • Ver los errores o el mal comportamiento como oportunidades para el aprendizaje social y el entrenamiento en habilidades.
  • El respeto mutuo: consideración humana y digna de sí mismo y de los demás.
  • Crear un ambiente de aprendizaje que anime, en lugar de desanimar y humillar.
  • Implicar en la búsqueda de soluciones al mal comportamiento en lugar de castigar.

Los 7 principios de la disciplina positiva

Jane Nelsen, Lynn lott y Stephen Glenn fueron las educadoras y educadores que promovieron el concepto de disciplina positiva a través de sus múltiples libros y talleres. Establecieron 7 principios fundamentales en su modelo: 3 percepciones empoderadoras y 4 habilidades esenciales.

  • Percepción de capacidad personal (“soy capaz”, “puedo hacer”).
  • Percepción de importancia dentro de las relaciones principales (“Soy necesario”, “pertenezco a “).
  • Percepción de poder/control en la propia vida (“tengo control sobre las cosas que me ocurren”).
  • Habilidad intrapersonal (“comprendo mis emociones y puedo controlarme”).
  • Habilidad interpersonal (“me puedo comunicar, cooperar y trabajar con los demás”).
  • Habilidad estratégica (“Soy flexible”, “me adapto”).
  • Capacidad para juzgar (“puedo utilizar mi sabiduría para evaluar situaciones”).

El factor clave: educadores/as, profesores/as, maestros/as

El educador o la educadora tiene un papel clave en el bienestar y en los cuidados que reciben los niños y niñas en edad escolar. Pero también son quienes tienen que hacer frente a los desafíos y comportamientos perturbadores en un ambiente que a veces les ofrece poco apoyo y pocos recursos. Por eso, el modelo de la disciplina positiva también puede resultar empoderador para los docentes. Transformar el terrible trabajo diario en un entorno facilitador donde ayudar en el desarrollo del alumnado mejora el bienestar emocional de los profesores y profesoras.

Barreras y facilitadores de las relaciones con el alumnado

  • Asumir versus comprobar.
  • Rescatar, explicar versus explorar.
  • Dirigir versos invitar, empoderar.
  • Esperar versus celebrar.
  • Adultismo versus respeto.

8 elementos básicos para una reunión en clase eficaz

Las reuniones de clase o asambleas son los mejores lugares para que los/as alumnos/as aprendan a identificar y aplicar la cooperación, la solidaridad que la disciplina positiva plantea. Estos 8 componentes básicos son la ruta más eficaz para crear un buen ambiente en el aula.

  • Empezaremos formando un círculo. En este círculo que podemos formarlo con las mesas y sillas escucharemos la opinión de todos los alumnos siendo la norma principal el respeto a las opiniones de los demás. Escucharemos sus sugerencias de cómo creen que es mejor hacer este círculo y escribiremos las ideas en la pizarra para que todos las puedan ver.  
  • Practicar los elogios y mostrar aprecio. En clase no se fomenta el dar elogios o agradecimientos a los compañeros y a los profesores y esto es algo que hay que cambiar. Al principio a los alumnos/as les costará, pero a la larga es una actividad muy reforzante para ellos. Podemos ayudarle diciéndoles que recuerden qué elogios han recibido en algún momento y cómo se han sentido.
  • Crear una agenda. La creación de una agenda donde los alumnos y los profesores escriban sus inquietudes ayuda a hablar de temas que quizás luego se olvidan o da vergüenza comentarlo. Se tiene que establecer un momento del día para poder escribir en esa agenda.
  • Desarrollar habilidades de comunicación. En el círculo de conversación podemos fomentar la comunicación asertiva para que los alumnos/as sepan explicarse sin dañar a otros (yo pienso, yo siento, yo necesito, etc.). Podemos crear un momento en el que todos/as compartan como solucionan sus problemas y así ayudarles y guiarles en la búsqueda de soluciones.
  • Enseñar sobre diferentes realidades. El profesorado tiene que enseñar como de diferentes somos todos y que cada uno siente y piensa cosas que no tienen porque ser como la que sienten y piensan los demás. Podemos utilizar situaciones donde cada uno escoge un papel que tiene unas características asociadas y explicar cómo actuarían ante la situación expuesta actuando como el papel que se les ha dado.
  • Reconocer las razones por las que los demás actúan como lo hacen. Es necesario que los/las alumnos/as entiendan qué es el comportamiento humano y por qué las personas actúan de cierta manera. Se les puede explicar qué es querer llamar la atención y por qué esa conducta se mantiene, por qué ciertas personas quieres ser lideres e imponer su opinión, etc.
  • Practicar Role-playing y Brainstorming. Cuando los alumnos ya hayan entrenado las habilidades anteriores están listos para intentar solucionar los problemas que ocurren en clase o fuera de ella. Cuando estén preparados se puede plantear el problema que exista, hablar sobre elementos del problema y dar los roles a algunos de los/as alumnos/as para que los representen por último crea una lluvia de ideas de soluciones que se puedan realizar y desde el consenso elegir una de las soluciones que crean que pueda funcionar.
  • Centrar la atención en la búsqueda de soluciones no punitivas. Esta parte la podemos hacer en cualquier momento. Con esta actividad pretendemos que los/as alumnos/as tomen conciencia de cómo se sienten en situaciones en las que los castigan, lo podemos hacer con preguntas de este tipo:
    • ¿Qué sentís cuando alguien os manda algo?
    • ¿Qué queréis hacer cuando esto ocurre?
    • ¿Qué queréis hacer cuando alguien os insulta?
    • ¿Os comportáis mejor cuando esto ocurre?
    • ¿Qué ocurre cuando alguien es amable con vosotros? ¿y cuando os elogian?
    • El profesor/a puede comparar las opiniones de los/as alumnos/as y hacer ver la diferencia entre el castigo y el elogio

Recursos para saber más

Lecturas

  • Disciplina Positiva en el salón de clase: Desarrollar el respeto mutuo, la cooperación y responsabilidad en su salón de clase. Libro de Jane Nelsen, Lynn Lott y Stephen Glenn en español.

Vídeos

En este video-tutorial se abordan los elementos principales del tema “Disciplina Positiva”
Marisa Moya, maestra de Educación Infantil, psicóloga, y máxima representante de la Disciplina Positiva en España, nos invita a ponernos en la piel de los niños y a ser conscientes de los límites y retos que afloran en el día a día de padres y educadores.

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